No se si os habéis preguntado alguna vez qué hubiera sido de Rafael sin sus mecenas. ¿Habría llegado tan alto? y no me refiero con alto a colgarse del techo de la Capilla Sixtina, sino a acumular una obra tan extensa y rica y conseguir que su nombre sea recordado como una de esas personas que son inmortales por lo que nos dejó.
Con este post quiero dirigirme (por supuesto a cualquiera que muestre interés por él, al que desde ya estoy agradecida) pero sobre todo a dos perfiles: Las marcas, porque podéis ser las responsables del sostenimiento y desarrollo de nuevos artistas, y en segundo lugar a aquellas personas que opinan que la asociación de una marca y un artista supone la prostitución de la música en aras de un proyecto publicitario.
Con esto no quiero decir que no hayan existido proyectos en los que ambas partes no hayan sabido entender qué relación han de tener: por un lado, la marca, que no ha sabido respetar el criterio del artista y ha funcionado con la máxima de “yo pago, yo decido”, y por otro el artista, que ha pensado que la marca no tiene nada más que aportar, que su dinero, cuando no es así ni mucho menos.
En MUWOM demostramos en cada uno de nuestros proyectos que ninguna de las dos maneras de actuar logran esa perfecta simbiosis que hace crecer una idea. Y por el contrario, cuando ambas partes llegan a comprender su rol, se multiplican exponencialmente las posibilidades de éxito del proyecto.
El mecenazgo, según la Wikipedia, “es un tipo de patrocinio que se otorga a artistas, literatos o científicos, a fin de permitirles desarrollar su obra. Históricamente ha representado una forma importante de sostenimiento de la producción artística. En la Roma de Augusto (finales del siglo I a. C.), un particular, Cayo Cilnio Mecenas, cobró tanta fama como protector de las artes que su nombre pasó a designar tal función social.”
A ti Marca… Construye un proyecto real, conviértete en Cayo Cilnio
Cada vez es más difícil llegar a tu consumidor. Los canales se han segmentado de tal manera que el público es más exigente, porque puede elegir, y a la vez, se une a una crisis en la manera de hacer publicidad que ya no convence. Creo que para una marca no hay mejor publicidad que generar contenido real y de calidad que al usuario le apetezca consumir. Pero para llegar a lograr un proyecto así, debes tener en cuenta algunas cosas que en MUWOM hemos aprendido a base de hacer proyectos de Music Branding y por supuesto de equivocarnos (cosa que nos ha hecho avanzar):
- El artista no ha de ser un mero canal para trasmitir tu mensaje, si no un socio más de tu empresa.
- No vale cualquier artista. Aquel con el que te embarques en un proyecto ha de coincidir con tus valores como compañía
- Implicación. Hasta ahora, encargabas un trabajo que querías “llave en mano”. Si decides hacer un proyecto de music branding, tú has de formar parte del proceso creativo y de su desarrollo.
- Valora la posibilidad de crear un artista. Apoya los nuevos talentos, porque crecer juntos te proporcionará un valor de marca imborrable.
- La música es un canal excepcional para llegar a tu público, pero no te olvides que ha de ser real. Generar un sentimiento en tu público no puede hacerse pagando. Eso es la magia de la música.
- Olvida el miedo. Lo que no has hecho nunca, no tiene por qué ser peor.
- Es vital la relación directa entre el artista y tú. Tenéis que crear juntos.
A ti Artista… Prueba como gracias a una marca puedes llegar a ser Rafael
No voy a volver a hablar de que la industria musical está cambiando, porque hay muchos post en este blog donde se habla de eso en profundidad, pero sí que me gustaría que pensaras sobre la idea de que una marca pueda financiar tu carrera artística. Por lo que he podido observar en los últimos dos años, algunos opináis que una marca se metería demasiado en cómo tu quieres hacer o llevar tu carrera, o quizás consideras que la música no ha de venderse a una marca, o simplemente crees que una marca no te va a aportar nada más que dinero. Déjame que te diga que, desde mi punto de vista, no deberías pensar así. ¿Por qué?:
- Una marca puede ser la solución a un modelo de negocio que ya no funciona. La música se consume de otra manera. La venta ya no es el sustento.
- Una marca (siempre y cuando coincida contigo en valores) puede hacerte crecer.
- La música, te guste más o menos, es un producto y ha de venderse. En vez de que la compre tu fan directamente, la marca facilita su consumo.
- No vale con que una marca se asocie para ponerte unas banderas en un concierto, conviértela en tu compañía discográfica.
- Una marca te permite ser tu propio AR.
- Ten en cuenta que no se trata de unirte a una marca cualquiera. Esa marca ha de coincidir contigo en tu manera de crear, desarrollar y ver tu trabajo. No vale todo.
Estos son quizás los puntos clave para ambos si desean empezar a plantearse hacer un proyecto juntos.
Si te ha gustado esta noticia te invitamos a suscribirte a: